Servidora, lleva una semana bastante movidita... de todos los planes que tenía, que tan solo me gustaba uno que llevo tiempo detrás de llevarlo a cabo, no he podido hacer, ninguno. Todo al revés, y sigo, cabizbaja y meditabunda, pero sigo.
Llevo toda la semana con una gripe de las de no olvidar, mi voz parece la de un ogro, o sea que por el teléfono, parezco un "Paco Imprenta" y para colmo, D. Manuel, mi presi, llama a mi oficina y nunca me suele conocer, cuando le cojo el teléfono... pero con esta voz de eco de cueva... va y me dice: "Uy qué voz tienes"...
En fin, mi hija, loca por parecerse a su madre, ha decidido también, tomar este tono tan peculiar de voz, ahora vamos por la mañana como dos ogros, metidos en lata... con ojos medio cerrados, y con paquetes de pañuelos (y de batidos de la niña) por todo el coche... vamos una pena.
Pero no acaba ahí la cosa... resulta que el miércoles, que ya empezaba a hacer frío, a eso de las 8.30h de la mañana, llevando a miniyo, al cole, pierdo un pelín el control del coche... y lo bueno es que me digo a mi misma, que debo tener más cuidado, que me despisto mucho... pues no, no era despiste, era un placa de hielo, que al día siguiente a la misma hora, nos estaba esperando diciendo... ven a mi, ven a mi... total que el jueves, día de Pleno en el ayuntamiento, (que mira que me pone nerviosa y no sé el motivo), vuelvo a perder el control del coche, pero esta vez con más ritmo, hasta el punto que me da tiempo a decirle a mi hija "Agárrate que hoy si que nos la damos"... oye, dicho y hecho, al ir despacio, lo vi como si fuese en un coche de choque, para un lado, para otro y "pum" de frente contra la peana del puente... me bajo, se baja un chico que lo había visto, el pobre diciéndome que a él le había pasado lo mismo, y para mi sorpresa, veo que aunque ha sonado a "será caro", realmente "no lo parece tanto"... el motor bien, el coche anda... chapa y pintura... que digo yo, que tampoco entiendo.
No acaba ahí la cosa, después del pleno del ayuntamiento, bastante tranquilo y una vez más, elocuente, mi marido sigue, porque venía de atrás, con su ojo derecho jorobado... desde las 9 de la noche, le estuve diciendo vamos al médico, pero claro, mujeres que me leéis, ellos nunca van al médico... casi con el ojo y media cara salida de su sitio, accede a ir ... a las 12 de la noche, como Cenicienta; no importa, vamos, y relativamente pronto, sobre la 1:45h volvemos, ya con la situación algo controlada, pero hay que estar a las 8.30h otra vez en urgencias, para la visita al oftalmólogo de urgencia. A las 13.30h hemos salido desde las 8.30h; no voy a comentar más, han sido dos días completitos, y demos gracias a Dios, si todo se queda aquí.
Ya sabéis, el vaso medio lleno y a tomarlo con humor, no queda otra.
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