Los ojos dicen, son el espejo del alma, y desde luego, no puedo estar más de acuerdo.
Entre ayer y hoy, han salido del baúl de los recuerdos, del mío, dos canciones preciosas de Marisol, bueno también de Serrat, al menos una; bueno a lo que voy, no he podido evitarlo y no solo las he cantando, sino que las he gritado. No sé mis vecinos qué pensarán, pero me ha dado un maravilloso ataque de locura, mis ojos brillaban especialmente, y es que me concentraba en la letra, quizá demasiado sencilla, pero muy, muy directa. Se me iban los pies, las manos, la voz... y los ojos, ojos juguetones, que hablan sin alzar la voz, que transmiten sin tocar, que elevan sin pulsar "arriba", que piden sin suplicar, ojos con muchas ganas de estar abiertos y con mucha vida, ojos que quieren mirar pero sobre todo, quieren ver. Ojos de como me suelen decir, "estás loca".
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