miércoles, 25 de noviembre de 2009

PRE-CRISIS DE LOS 40...





Hasta ahora vivia engañada... reconozco que no me importaba, pero ha sido así.
La famosa llamada crisis de los 40, que yo ya la tengo... y eso que no los he cumplido, no es ni más ni menos que eso... una se da cuenta justo de eso, hasta los 40 has hecho el “memo” sin saberlo y, a partir de ahora, lo haré siendo, plenamente consciente.

Todas las feministas se rasgaran las vestiduras leyendo esto, pero como tengo la edad que tengo, me da igual, digo lo que pienso, y al que no le guste, que no oiga, o que no lea.

Hace muchos, pero muchísimos años, oí a un taxista, que la revolución de la mujer traería consecuencias como el paro, la deshumanización, los conflictos familiares... en definitiva, la falta de un equilibrio, y según voy cumpliendo años... no me queda más que darle la razón.
Con eso no quiero decir, que no estoy a favor de que la mujer trabaje, sí quiero que trabaje... la que deba.
Vamos por partes... llevo trabajando desde los 18 años... no he faltado ni uno a mi cita con el mundo laboral, me lo he pasado genial, he aprendido lo que he podido, he trabajado bien, he sido responsable... vamos que la empresa para la cual trabajaba, ha sido como mía... pero he ahí la diferencia... no era mía y como tal, todos los años invertidos, los he perdido... y dando gracias, porque lo mismo si hubiese sido mía, a lo peor, no solo hubiese perdido los años... en definitiva, he perdido la etapa de bebé de mi hija, he perdido su niñez, no estaba en sus enfermedades, en sus deberes, en sus fiestas de cumpleaños, en carnaval... y ahora seguimos igual, es mi madre la que me necesita, pero yo estoy excesivamente ocupada en trabajar, o lo que me crea peor conciencia, es mi hija en plena adolescencia la que me necesita, mucho más que cuando era pequeña y yo, sigo sin estar...
Lo que creo? Lo que creo es que no elegí bien hace muchos años, a la hora de casarme, no elegí a la persona adecuada, para que nuestra vida juntos pudiese tener al menos una oportunidad... sé que no es excusa, que hay otras tantas mujeres que si hicieron bien su elección y su familia también se rompió, pero yo no sé lo que dirán sus conciencias, sé lo que dice la mía y la mía dice, que no elegí bien, que ahora en plena puerta de los 40, por mucho que quiera arreglarlo, no puedo, mi vida ya es esta, ya no puedo cambiar, ya no sé cambiar y además... todos volveríamos a pagar la decisión.

Todo lo resumo en la elección de un buen marido, no hablo de dinero, para nada... hablo de un hombre responsable, que al igual que yo, mire por su familia, por su mujer y por sus hijos, de tal manera, que aunque esté en esa situación por la que pasamos todos de vez en cuando, de echarlo todo por la borda, mire a su alrededor, vea lo que tiene y junte valor para conservarlo.

Antes las tareas se repartían así, y sinceramente creo que se tenía más éxito, incluso ahora la mayor parte de las veces es así, y visto desde fuera, (aquí quiero ser prudente), repito, visto desde fuera, parece que funciona.
Una mujer en casa, o un hombre, aunque yo sea de las de la mujer... da serenidad; uno se ocupa del día a día de la casa, de que todo funcione, de la parte sentimental de la pareja, de los problemas cotidianos, que lejos de ser una tontería, son el seguro de que lo demás funcione y el que sale a trabajar, nutre todo eso... y eso, precisamente, es lo difícil de mantener, esa relación de equilibrio, esa compensación entre uno y otro, entre el que sale y el que se queda, reconociéndose el uno al otro, el trabajo que hace y lo importante que es.
Yo si pudiera dar marcha atrás, elegiría de otra manera y claro, mi consuelo es, soy como soy y quien soy, por mis vivencias... pero qué me he perdido y qué es lo que he ganado...??

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. y final!!

Aquí se cierra este blog, no por nada, sino porque ya no soy la misma persona que escribía en él... tenemos que evolucionar y aprender con e...