jueves, 4 de julio de 2013

Son muchos los que tienen el corazón en la izquierda y el bolsillo en la derecha...


Una universitaria cursaba el sexto semestre de sus estudios. Como es común en los universitarios, pensaba que era de izquierda y estaba a favor de la distribución de la riqueza, que aún ella no había logrado.

Tenía vergüenza que su padre fuera de derecha y que se opusiera a los programas socialistas, proyectos de ley que otorgaban beneficios a los que no los merecían e impuestos más altos para los que tenían mayores ingresos de dinero. Sus honorables y objetivos profesores le habían asegurado que la de su papá era una filosofía equivocada.

Por lo anterior, un día se decidió a enfrentar a su padre. Le habló del materialismo histórico, la dialéctica de Marx, tratándole de hacerle ver a su padre cuán equivocado estaba al defender un sistema tan injusto como el que defendía la derecha. En medio de la conversación su padre le pregunto:
- ¿Cómo van las clases?
- Van bien - respondió la estudiante - tengo promedio de notas de 17 puntos. Me cuesta, no tengo vida socialy duermo poco, pero lo logro. El padre pregunta:
- ¿Y a tu amiga Soledad, cómo le ha ido? La hija respondió muy segura de sí misma:
Muy mal, Soledad tiene cero cinco de promedio. Se la pasa todo el tiempo en los centros comerciales, o anda de fiesta en fiesta, no estudia y muchas veces ni
siquiera asiste a clases. No me extraña que repita el semestre.

El padre mirándola a los ojos, lo respondió:

Entonces busca al Jefe de Departamento o al Decano mismo, a quien tú quieras y pídele que le transfiera 6 de los 17 puntos tuyos a ella, para que ambas tengan un 11, esta sería una buena y democrática distribución de notas.
Ella indignada le gritó:
¡¿Por qué?! He tenido que trabajar muy duro para lograr mi promedio, mientras que Soledad se ha limitado a no estudiar y a buscar el lado fácil de la vida. No le pienso regalar mi trabajo a otra persona.

Su padre la abrazó cariñosamente y le dijo:
"¡¡¡BIENVENIDA A LA DERECHA!!!"
 
El pensamiento es de A.Rogers (1931) quien sostiene que todo lo que una persona recibe sin haber trabajado para obtenerlo, otra persona deberá haber trabajado para ello, pero sin recibirlo... El gobierno no puede entregar nada a alguien, si antes no se lo ha quitado a alguna otra persona. Cuando la mitad de las personas llegan a la conclusión de que ellas no tienen que trabajar porque la otra mitad está obligada a hacerse cargo de ellas, y cuando esta otra mitad se convence de que no vale la pena trabajar porque alguien les quitará lo que han logrado con su esfuerzo, eso... mi querido amigo... ...es el fin de cualquier Nación. No se puede multiplicar la riqueza dividiéndola.
 
 
Lo malo es cuando esto, es al revés...
 

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. y final!!

Aquí se cierra este blog, no por nada, sino porque ya no soy la misma persona que escribía en él... tenemos que evolucionar y aprender con e...